De la provocación en Perisur...
Hola a todos, el día de ayer todavía estaba muy sacado de onda por la muerte de Paco Villareal, seguramente se enteraron por algún medio ya que desde que Gutiérrez Vivó lo dio a conocer en su noticiero de la mañana fue noticia inclusive en la primera plana de muchos periódicos el día de ayer y decia yo que andaba muy sacado de onda porque eramos compañeros de trabajo y francamente no lo podía creer cuando lo escuche por la mañana del 28, así que mi estado de anímo precisamente no era el más optimo cuando ayer 29 de agosto, a las 17:30 horas más o menos, yo estaba en donde los libros y revistas de Sanborns Perisur, cuando escuché que alguien venía gritando "¡no al fraude electoral... voto por voto, casilla por casilla!", obvio, ahí llamó muchísimo la atención y al voltear mi asombro aúnado a mi estado de ánimo fueron enormes al reconocer al de los gritos y si, yo le grite:, (no nada más yo, otros también lo reconocieron) "¡Pinche cínico, cabrón mentiroso!" como dije, otros también le gritaron indignados por la conducta de este mequetrefe. El mariconcito (y no es homofobia me refiero a su cobardia) rodeado de su escolta (al menos seis monos), se hizo pend$%& e hizo como que no escucho y riendo se salió de la tienda.
El mariconete mencionado es Luis Carlos Ugalde, el mismísimo consejero presidente del IFE.
Yo no soy cobarde ni me escudo en mi escolta para hacer mamarrachadas públicas y ahora ya sabe el infeliz quién fue uno de los que contestaron a su burla, y para que los pocos lectores que me honran con su visita, sepan la calidad de mequeterefe de quien no se ha podido conducir ni siquiera como un digno ciudadano, ni dentro ni fuera de la institución que preside.
El mariconete mencionado es Luis Carlos Ugalde, el mismísimo consejero presidente del IFE.
Yo no soy cobarde ni me escudo en mi escolta para hacer mamarrachadas públicas y ahora ya sabe el infeliz quién fue uno de los que contestaron a su burla, y para que los pocos lectores que me honran con su visita, sepan la calidad de mequeterefe de quien no se ha podido conducir ni siquiera como un digno ciudadano, ni dentro ni fuera de la institución que preside.