Antigua Orden de Los Caballeros Águila

Hola, compañeros de historia estas últimas semanas no había escrito nada porque he estado muy ocupado en conjunto con un grupo de guerreros despiertos en reorganizar la Orden de los Caballeros del Águila, esto fue urgente porque los tiempos que viven tanto el país como el planeta nos exigen celeridad en dar nuestros hermanos el sagrado conocimiento que la Toltecayotl encierra, no queremos guardar por más tiempo los conocimientos de forma hermética como se venía haciendo, obviamente podemos ser considerados como disidentes, pero este cambio es necesario y estaba previsto desde tiempos de la conquista, por lo que decidimos no permanecer más a la espera para poder transmitir este conocimiento y nos separamos de nuestros hermanos y maestros que no aprueban nuestro proceder, pero esto es lo que sentimos con el corazón que es el camino correcto para bien de todos. La Orden no pretende probar ninguna teoría especial ni contradecir principios místicos o religiosos de ninguna especie, tampoco pretende dogmatizar ni sentar polémica sobre ciencia o religión. Esta Orden intenta solamente transmitir las enseñanzas de un iniciado, quien ha comprobado personalmente todo lo que aquí dice, pero cuyo interés primordial es mostrar el camino solo a aquéllos que tengan un genuino impulso de superación y elevación espiritual.
Según la tradición, para poder ser un guerrero o Caballero del Águila, así como una Señora de la Noche, entendiendo la noche como la magia y poder de transformación que la noche encierra para materializar el nacimiento del nuevo día, es menester despertar en cada persona un Avatar que es un descenso directo del Ser Supremo dentro de la sustancia humana, es decir, el Ser supremo vive en cada uno de nosotros pero este descenso implica una toma de conciencia de ello, es decir la manifestación divina en una forma humana.
Las más antiguas tradiciones Toltecas, enseñan que un Avatar hace su aparición en la persona sólo cuando éste está sufriendo una crisis moral y espiritual que lo lleve a tomar conciencia y sobre todo responsabilidad de su condición creadora y divina porque al fin hijos de Dios fuimos hechos a su imagen y semejanza, lo que le lleva al despertar de la conciencia, sin embargo el dolor no es inherente al ser humano es solo un puente, ni es condición para que este despertar se de, existen otros caminos sin embargo es el más común. Este dolor, es un poderoso detonador, siempre y cuando este sea bien canalizado, porque puede ser que la persona se hunda en su dolor y eso nuble su mente y no le permita despertar en su persona a ese Avatar que lo convierta en un Guerrero o en una Señora de la Noche.
Cada Avatar desciende al mundo con una misión específica que ha de cumplir. Tal misión consiste en: proteger a los durmientes, despertarlos mostrándoles el camino a través de la enseñanza de la verdad y restablecer su tonal. Este último objetivo, que resume la misión principal del Avatar en el mundo, debe ser entendido no como una simple búsqueda del restablecimiento de unas reglas de conductas externas, sino más bien como el restablecimiento de la propia esencia.
Desde tiempos de Aristóteles se ha venido pensando que el universo junto con la Tierra, están gobernados por ciertas leyes fijas, y que si existe un Dios, no participa en su marcha adjudicándole esto a una mala interpretación del "Libre Albedrío". Es impensable, por tanto, que Dios pueda tomar una forma humana. Desde una perspectiva semejante, otros sostendrán que Dios, siendo perfecto, no puede tener forma humana, pues ésta es según conceptos judeo-cristianos es imperfecta y, por lo demás, Dios no tiene necesidad de nacer en forma humana a fin de alcanzar sus designios, ya que es omnipresente, omnisciente y omnipotente. Tales objeciones no tienen bases en la perspectiva de las antiguas tradiciones Mayas y Toltecas, que son las fundadoras de las demás culturas que poblaron el Anahuac. Según estas antiguas tradiciones, todo lo que existe es Dios y no hay nada fuera de Él. El universo entero es solamente una fracción minúscula de su totalidad y su realidad inmanifiesta es inmensurable. Dios penetra y activa cada uno de los seres de su creación. Es un craso error pensar que un ser infinito no pueda asumir formas finitas. De hecho, el universo finito no es sino una manifestación del ser infinito, así como también esta antigua tradición muestra como existen varias "realidades alternas" de una misma realidad porque se basa en el 1er. principio de las leyes universales que es el principio del mentalismo, cuando eso se puede comprender entonces comienza nuestro despertar y nuestra responsabilidad porque se comprende la verdad y de acuerdo a las enseñanzas del maestro más grande de nuestros tiempos "la verdad os hará libres".El cosmos entero y cada fragmento no son sino la fuerza divina en acción y tal fuerza gobierna todo el devenir cósmico. Pero el Creador no agota su ser en el cosmos, pues está también más allá del universo.Cada ser consciente es, de alguna manera, un descenso del Ser Infinito dentro de la limitación de la forma. Lo infinito se manifiesta en diversas gradaciones de divinidad a través de múltiples formas finitas de existencia. Sin embargo, en sentido estricto el Ser Divino se manifiesta en la forma humana en situaciones muy específicas del devenir del mundo. Sólo en este caso podemos hablar de un Avatar. Esta es, a grosso modo, la forma de como se inicia en el sendero del Guerrero y de la Doncella para alcanzar el grado de Caballero del Águila y de Señora de la Noche.