jueves, marzo 01, 2007

Tonatzin, Guadalupe, Coatlakshopeu 3a. Parte

Pues bien de nuevo ofrezco disculpas por la tardanza y como expuse en la entrega anterior lo que me movía a risa es que se expresaran del mito guadalupano como una manipulación europea cuando en realidad había sido todo lo contrario, así como de la expresión errónea acerca de que “todos somos guadalupanos”, cuando no tienen ni la más remota idea de lo que significa “ser guadalupano”, el mito guadalupano, como le llaman algunos en su infinita ignorancia es una creación propia del pueblo mexicano, o acaso no se han cuestionado nunca respecto al ¿por qué si son formas de evangelización europea, nunca se dieron antes en Europa?, ¿por qué solo en México y el resto de Latinoamérica se dieron apariciones entre los siglos 15 y 16? ya que el culto a las vírgenes en Europa tenía otro simbolismo completamente distinto y muy relacionado con ordenes como la de los templarios y el Santo Grial, ¿por qué ya no se han dado mas?, ¿por qué si E.U. se encuentra en América la “morenita del Tepeyac” no se ha aparecido en ese país?.
Así que consideremos por un momento que no, no son ciertas las especulaciones acerca de que es un invento europeo. Si ponen atención la historia de la virgen de Guadalupe es la misma que la de Fatima o Lourdes, pero eso no quiere decir de ninguna manera que sea una técnica evangelizadora de los europeos además tampoco se han preocupado por cuestionar ¿como es posible que Fray Juan de Zumarraga (que era un excelente historiador) no haya escrito ni un solo dato acerca de lo que pudo haber sido el evento mas grande en su estancia en América?
A donde quiero llegar: pues bien deseo llevarlos al hecho de que el pueblo mekshika nunca tuvo un culto politeísta como nos han hecho creer hoy por ignorancia, o... por conveniencia… en fin el pueblo Azteca tenía y tiene muy claro el concepto de una sola y única entidad creadora y de su naturaleza dual situación muy alejada de las patrañas que nos enseñan hoy día en la escuela desde niños, el indígena y su mundo, sobre todo el religioso, no tuvieron cabida en los planteamientos evangelizadores de la Iglesia. El llamado “Diálogo de los Doce” en 1525 lo muestra claramente cuando, después de escuchar a los tlatoanis y tlamatinis Aztecas que afirmaban que el Dios cristiano era el mismo Dios indígena, los recién llegados concluyeron el diálogo de manera tajante: “Os es muy necesario despreciar y aborrecer, desechar y escupir todos estos que agora tenéis por Dioses y adoráis, porque a la verdad no son Dioses, sino engañadores y burladores...”. En la perspectiva colonial no podía haber concesión alguna frente a las creencias de un pueblo “conquistado”. La religión del vencedor era, en razón de los acontecimientos, necesariamente superior y había que imponerla como parte del nuevo modelo de sociedad.Entonces estos hechos podrían y son usados para negar el milagro de las apariciones sin embargo una persona con algo de sentido común no podría dejar de preguntarse cómo es que los indígenas aceptaron tan de buen grado algo que nunca sucedió y la respuesta es muy sencilla era una estrategia ideada por ellos mismos para propiciar por si mismos un sincretismo que les permitiera sobrevivir y lograr el mestizaje anhelado sin por ello dejar en el olvido todo el entorno simbólico y religioso que les era propio, mañana escribiré acerca de cómo fue desarrollada esta estrategia por los principales del pueblo Azteca, entre ellos el propio Juan Diego que de “pobre e ignorante” no tenía absolutamente nada.