martes, noviembre 28, 2006

Estos son los "Fascificos" Panistas...

A las 13:39 del día de hoy se enfrentan diputados por tribuna en San Lázaro, diputados del PRD se liaron a golpes con los del PAN quienes en un intento por adelantarse a la toma de la tribuna rumbo a la toma de posesión del presidente electo, fecal, diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) se enfrentaron a golpes con diputados de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN), quienes intentaban evitar la toma de este lugar, (vaya parodía, tomandola antes)... y la tomaron ah! pero como fueron los "fascificos" y mochísimos panistas y seguramente Dios está de su parte, entonces está muy bien que lo hagan y esas no deben ser consideradas tropelias como cuando es el violentísimo PRD quienes sin apoyo divino se han atrevido a hacerlo. En estos momentos, diputados panistas forman una valla humana, por lo que se enfrentan a golpes e insultos con sus pares del PRD. La tribuna está tomada por el grupo parlamentario del PAN en un intento por evitar que el PRD haga lo propio. Jorge Zermeño, presidente de la mesa directiva, decretó un receso siendo las 13:39 minutos.
Ahi se los dejo de tarea

viernes, noviembre 03, 2006

Volver al Esplendor Tenochca...

La Orden está muy metida apoyando o tratando de apoyar todas las posibles causas que tengar que ver con el bien de la comunidad de acuerdo a los lineamientos de la Toltekidad y una de las preocupaciones actuales es la de apoyar a un proyecto muy importante que recién el día de ayer fue mencionado de paso en un noticiero de la ciudad, pocos arquitectos en México dedican tanto tiempo a diseñar y desarrollar un proyecto no asignado directamente, máxime si es urbano. Uno de estos casos atípicos es el de Futura Desarrollo Urbano (www.fdu.com.mx), grupo liderado por Alberto Kalach y autores del proyecto México Ciudad Futura, una serie de propuestas urbanas con el fin de mejorar el entorno de la ciudad de México en puntos específicos y con ello mejorar la calidad de vida de la zona a intervenir. Este conjunto de propuestas lleva como proyecto bandera la regeneración del lago de Texcoco —premio en la Bienal de Venecia 2002—, proyecto de planeación con una visión integral de infraestructura, ecología y desarrollo urbano que propone crear un enorme polo de desarrollo con el que se influya de manera positiva toda el área metroplitana, en especial el Oriente. Pero hay otros dos proyectos que en lo particular son muy atractivos.
El primero se denomina Neza Verde y es la propuesta de crear parques lineales y darle una nueva vida a los camellones de Neza y del bordo de Xochiaca mediante la combinación de distintas actividades y manejos de paisaje, recuperando más de 900 mil m2 de espacios verdes en una zona donde no existen como tal.
El segundo es el parque lineal del Río de los Remedios, zona degradada al máximo, sin espacios verdes, con el drenaje a cielo abierto que perjudica el entorno de los habitantes y genera un conflicto vial permanente.
FDU propone recuperar el río mediante una regeneración hidráulica y un sistema de oxigenación y limpia a lo largo del mismo en vez de entubarlo y explotar así sus 5 kilómetros para proponer una serie de espacios verdes y equipamiento social. Ambas propuestas son muy atractivas y benefician a toda la ciudad pero en específico a los habitantes de las áreas más deprimidas del Oriente, que sólo son recordados en épocas de elecciones.
Sabemos que los tiempos de la política no son los tiempos de la arquitectura, pero al menos creo que Alberto Kalach y su equipo estarían de acuerdo con poner una placa al afortunado político para que su nombre no se olvide.
ANTECEDENTES:
En 1966, Nabor Carrillo, uno de los científicos mexicanos más destacados del siglo XX, hijo del célebre músico Julián Carrillo -descubridor del sonido 13-, Nabor fue uno de los mejores especialistas en mecánica y hundimientos del suelo. Doctorado en Harvard, presentó por primera vez el Proyecto Texcoco, que a lo largo de casi 40 años ha transitado por ires y venires institucionales; el último, derivado de la propuesta de construir ahí el nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México.
Aquí, en la ciudad de México, no descubre pero sí prueba científicamente la relación del hundimiento de la ciudad con la extracción de agua subterránea por pozos profundos. Entre 1948 y 1949, cuando el centro de la ciudad se hundía en promedio 45 centímetros por año, alertó del peligro de una posible inundación por la pérdida de pendientes del drenaje, así como de sus posibles fracturas. No le hicieron caso y la ciudad pagó muy caro desoír sus recomendaciones. En 1951 y en 1953, el área central de la ciudad sufrió una impactante inundación hasta de dos metros de altura durante ocho semanas. Sus teorías no fueron, pues, inventadas. Con los años sus postulados se han hecho realidad. Entre 1953 y 1961 fue rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y al concluir su mandato se dedicó a diversas actividades científicas, entre las que destacan sus investigaciones sobre energía nuclear. Los últimos dos años de su vida los dedicó a elaborar el estudio más completo y destacado con el propósito de rescatar y dar utilidad a los terrenos del ex vaso de Texcoco, así como investigar el hundimiento del subsuelo y sus potencialidades hidráulicas. Entre los principales planteamientos de Nabor Carrillo destaca que "el hundimiento de la ciudad ha convertido los terrenos que ocupaban las aguas del lago de Texcoco en una zona de natural colector y regulador de aguas pluviales que se almacenan en época de lluvias. La región de 17 mil hectáreas se usa como vaso regulador de escurrimientos superficiales".
En la exposición de motivos que sustenta el proyecto, Nabor Carrillo sostuvo que "el objetivo central del proyecto era crear un vaso de captación y de regulación de las aguas del Valle de México, localizado dentro del mismo lago de Texcoco, con el doble propósito de recoger las aguas que ahora se pierden por falta de un almacenamiento adecuado y de resolver el peligro de las inundaciones." Nabor Carrillo tuvo siempre en mente una concepción rentable del proyecto, como lo sustenta en la misma exposición de motivos: tratar las aguas salobres del subsuelo del lago de Texcoco para proporcionar agua potable, energía eléctrica municipal e industrial a precios que pueden competir con los vigentes en la ciudad".
El Dr. Carrillo cita que "...el análisis de los costos respecto del método de los pozos someros es el más económico de los tres ensayados (pues) tiene la ventaja de producir agua salada con valor para la industria del álcali y que, vendida al precio actual de esta materia prima, puede costear el desarrollo de los lagos o depósitos de regulación y almacenamiento". El plan es autofinanciable teniendo en cuenta la venta de agua para uso doméstico, las sales para la industria de álcali y la plusvalía de los terrenos habitables", es decir nunca hubo dentro del proyecto, como pretendió el gobierno panista “del cambio” desalojar a nadie de su actual lugar de residencia, por el contrario de esa gente se obtendrá tanto la mano de obra para la construcción como para esa gente entregar la comercialización de las aguas y la economía que ahora en un nuevo proyecto propuesto por Alberto Kalach se vuelve autosustentable, este proyecto fue planteado como una utopía. pero en medio del debate y las protestas originadas por la decisión de construir ahí el nuevo aeropuerto para la ciudad de México desalojando a los actuales pobladores pagando sus tierras con engaños que rayan en el latrocinio, se podría transitar de la utopía a la realidad.
Se trata de un audaz proyecto de un grupo de arquitectos encabezados por Teodoro González de León y Alberto Kalach, denominado Vuelta a la ciudad lacustre, cuyo propósito es dar continuidad al Proyecto Lago de Texcoco, en el que destaca lo mucho que hoy ocupa y preocupa a millones de ciudadanos, la construcción del nuevo aeropuerto, las propuestas respecto al ex lago de Texcoco: Kalasch plantea convertirlo en el polo de desarrollo más importante del Valle de México a través de las siguientes acciones:
- Inundar a una profundidad de cuatro metros las 12 mil hectáreas de tierras salinas y desérticas libres(ojo libres). Es decir, crear un sistema de lagos para almacenar agua tratada que contribuya a mejorar mediante su vaporización las condiciones ambientales de la ciudad. Este nuevo sistema hidráulico crearía al mismo tiempo, un nuevo litoral de 75 kilómetros (tres veces la bahía de Acapulco) para usos urbanos y rurales, como centros culturales y deportivos, hospitales, universidades, estadios, comercios, viviendas, talleres, industrias, reservas ecológicas, entre otros, reduciendo además con esta vaporización, en aproximadamente un 30% la contaminación del valle de México, según estudios emitidos por la UNAM.
- La recuperación de poblados y áreas deprimidas de Ecatepec, Ciudad Azteca, Aragón, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, transformando sus alrededor de 40 kilometros de litorales con lagos, parques, calzadas y canales a través de los cuales los actuales habitantes de esas zonas que viven en condiciones pauperrimas podrían de acuerdo al proyecto volver al cultivo de legumbres en chinampas y a la actividad piscícola permitiéndoles así mismo la comercialización de sus productos con la ciudad de México así como también la zona norte y sur del Estado de México, sobre medios no contaminantes como son las trajineras (base de la actual economía de las delegaciones Xochimilco, Tlahuac y Milpa Alta.
- Promover, así como actualmente se da la comercialización del Nopal en Milpa Alta con su exportación en cantidades industriales al Japón, del mismo modo entregar la explotación del Alga Espirulina proveniente del Lago de Texcoco a los habitantes de este municipio.
- Creación de islas para diversos usos y actividades, entre la que destaca una para alojar ahí un nuevo aeropuerto.
- La comercialización para diversos usos, y con enfoque inmobiliario, de aproximadamente 5 mil hectáreas recuperadas, incluyendo las áreas de los litorales de la zona lacustre, las 800 del aeropuerto y otras 2 mil como áreas de reserva ecológica para usos recreativos.
Quizá la mejor parte de este proyecto es mejorar la economía de los olvidados, salvo en época de elecciones, habitantes de la zona oriente del valle de México pero a manera de promesa es decir no se verían beneficiados hasta la conclusión del proyecto (alrededor de 4 años) sino que desde el comienzo pueden empezar a obtener beneficios y a medida que el proyecto avance más personas serán beneficiadas con este proyecto y el costo, es irrisorio, mil millones de pesos, mucho menos de lo que ha costado el segundo piso de la ciudad de México, dos problemas son los que interfieren para llevar a cabo este proyecto uno que el pinche gobierno del cambio quiere solamente construir el aeropuerto entregando los beneficios de la construcción y comercialización del mismo a empresas extranjeras con el fin de “promover la inversión extranjera de capitales” excluyendo de manera tajante a los propios habitantes del lugar expropiando inclusive sus tierras habitacionales y de cultivo y el otro problema aparentemente es que no es un proyecto que políticamente pueda beneficiar a ningún político o partido ya que requiere la colaboración del PRD por el DF y del PRI por el Edomex y ya saben si no hay botín político pues que se chingue el pueblo...
Pero independientemente de las coincidencias para la recuperación hidráulica, la base económica del proyecto radica en la venta de nuevas zonas recuperadas que busca, según sus autores, reactivar la industria de la construcción y el mercado inmobiliario. Es decir, que su carácter autofinanciable no es ajeno, guardando las dimensiones y los tiempos a los propósitos originales y el pensamiento de Nabor Carrillo, sin embargo, la aparición reciente de proyectos del aeropuerto sin áreas lacustres a su alrededor generan la incertidumbre, ya que de cumplirse este último escenario, la urbanización de los terrenos del ex vaso del antiguo lago, perteneciente al municipio y ejido San Francisco Atenco, así como los de propiedad federal correspondientes al Proyecto Texcoco, representaría un serio peligro para la sustentabilidad hidráulica de toda la zona metropolitana de la ciudad de México. El mayor peligro de reducir o incluso suprimir la capacidad de salida y regulación de las aguas negras y pluviales se presentaría, ante una inminente inundación, hacia la zona central de la ciudad de México, ubicada 5 metros abajo del nivel del ex vaso de Texcoco. Estaríamos al borde de una catástrofe hidráulica de proporciones inimaginables. De ahí que no esté por demás dedicar un tiempo al análisis y la reflexión del problema más allá de las pasiones financieras y partidarias.Hagamos caso a Nabor Carrillo. No cometamos otro error histórico que podría, como a mediados del siglo pasado, provocar una nueva inundación en la ciudad. El futuro de la ciudad no está en construir ahí un aeropuerto, sino en garantizar que éste no altere los equilibrios hidráulicos de la región. No confrontemos a la ciudad con dilemas técnicos, ahorros financieros o negocios inmobiliarios autofinanciables. Volvamos a la visión de nuestros antepasados para edificar la ciudad, pero sin destruir o alterar sus naturalezas lacustres. Tengamos respeto por el agua que nos cae del cielo y por los ríos que cobijan todavía el verdor de la ciudad. No despertemos nuevamente la furia de Tláloc, que ya bastante hemos sufrido. Apostemos a conservar nuestra ciudad, no a beneficiarnos con la perdición de ella.
"Los sueños se hacen a mano y sin permiso"